enero 13, 2023 - Punto Poniente ı La ubicación de las noticias
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Inician construcción de paso elevado en Díaz Ordaz

Con una inversión de 128 millones de pesos, el Municipio de Santa Catarina arrancó ayer la construcción de un paso elevado en la intersección de las avenidas Díaz Ordaz y Manuel Ordóñez. El Alcalde Jesús Nava señaló que con la obra se pretende mejorar el tiempo de traslado de los automovilistas, ya que el puente contará con carriles especiales para el transporte público. «Se trata de carriles de alta ocupación, de conectarlo (el paso elevado) con el tren suburbano y dos corredores verdes, uno por la Avenida Industriales y otro por Manuel Ordóñez», detalló Nava. Por los trabajos, se canceló temporalmente la circulación vehicular de Oriente a Poniente, desde la Avenida Díaz Ordaz, hacia las Avenidas Manuel Ordóñez y Francisco I. Madero. De igual forma, la circulación de Poniente a Oriente quedará restringida desde la Avenida Industriales del Poniente hacia la calle Francisco I. Madero. Como alternativa para la incorporación de automovilistas al Boulevard Díaz Ordaz, el municipio habilitó un carril de contraflujo por la Avenida Industriales del Poniente. Esta obra corresponde a la segunda fase del proyecto del megapuente que inició los trabajos en noviembre con un drenaje pluvial en la avenida Primero de Mayo. De los 500 millones de pesos destinados a la megaobra, se utilizaron 128 millones a la construcción de este paso elevado. Según datos del municipio, se estima que los trabajos duren cuatro meses y que beneficien a 306,322

Avalan Ley de Ingresos 2023 en 8 minutos

En sólo ocho minutos, el Congreso local aprobó ayer por la tarde la Ley de Ingresos, para completar el Paquete Fiscal 2023. Con un monto de 140 mil 037 millones de pesos, la Ley contempla deuda por hasta 4 mil 680 millones de pesos para el Estado y una bolsa de 2 mil 500 millones de pesos para 28 municipios, principalmente del PAN y el PRI. Eduardo Gaona, coordinador de la fracción de Movimiento Ciudadano, sostuvo que la aprobación del Presupuesto para este año debe representar una «vuelta de página» a los conflictos entre el Ejecutivo y el Legislativo. «Yo lo que veo es que ya le podemos dar vuelta a la página en términos presupuestarios», dijo, «habrá otros temas en los cuales estaremos discutiendo, analizando, consensuando». La aprobación de anoche se dio luego de que el miércoles, cuando sólo faltaba la discusión de la Ley de Ingresos, el Congreso local se declaró en receso porque el Estado no publicó la Ley de Egresos, que votaron horas antes. Sin embargo, ésta fue publicada en el Periódico Oficial del Estado la madrugada de ayer, aunque con fecha del miércoles. La sesión para la Ley de Ingresos inició ayer a las 18:38 y la votación cerró a las 18:46 horas, con la participación de 39 de los 42 legisladores. A diferencia de la de Egresos, en ésta no hubo mayor discusión ni cambios.

La planta de Audi en México evita una huelga con un aumento salarial de 9,4%

El sector automotor mexicano aún no logra recuperar los niveles de ventas previos a la pandemia de covid-19 La planta de Audi México, ubicada en el municipio de San José Chiapa (Puebla), ha evitado irse a huelga de última hora. El Sindicato Independiente de Trabajadores de Audi México ha llegado un acuerdo con la armadora alemana de aumentar 9,4% el salario de los más de 5.700 trabajadores de la planta, según ha dado a conocer la empresa y la organización sindical. El pacto, sin embargo, no estuvo exento de roces. Durante las negociaciones, los trabajadores amagaron con parar actividades en dos ocasiones y el plazo, que vencía este miércoles al mediodía. Además del aumento salarial, el sindicato pactó un 10% de utilidades de 2022 a repartir en mayo 2023, un incremento de 2,6% en prestaciones y aumento en el aguinaldo de 22 a 24 días de salario, además de otros bonos en especie. “De esta forma, aseguramos la continuidad de sus operaciones, que representa un beneficio común para todas y todos los colaboradores y el desarrollo de la región”, ha mencionado la compañía. Aunque el aumento es mayor al 7,82% de inflación registrada en el país en 2022, la industria automotriz sigue atravesando por momentos difíciles. La comercialización de vehículos ligeros en México sigue sin recuperarse de los efectos de la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus. Al finalizar el año, se vendieron un millón 86.056 automóviles en el país, un incremento de 7% respecto al 2021, pero 17,5% menos que las registradas en 2019, según datos del Inegi. La planta de Audi es una de las cinco más grandes del país, con una producción anual de más de 137.000 unidades de vehículos de lujo, pero que también ha sido afectada por el desabasto de refacciones y chips para automóviles desde el 2020. Según la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) en México, este déficit ha ocasionado que un aumento de precios entre un 15% y 25% anual.

Un revolucionario ‘bolígrafo’ genético logra corregir enfermedades comunes del corazón

El sofisticado tratamiento experimental ha demostrado su eficacia en ratones y abre la puerta a terapias que se aplicarían un día y durarían toda la vida Las técnicas de edición genética que están revolucionando la medicina desde 2016 podrían servir también para tratar enfermedades comunes del corazón, la principal causa de muerte en los seres humanos, según un estudio publicado este jueves por uno de los científicos con mayor impacto del mundo, el estadounidense Eric Olson. Su equipo ha logrado modificar dos letras de las aproximadamente 3.000 millones que componen el ADN de un ratón, un cambio suficiente para silenciar una proteína vinculada a multitud de problemas cardiovasculares. Olson es cauteloso, pero subraya las posibles ventajas de esta nueva estrategia: “Las células del corazón duran toda la vida. Es hacer el cambio una vez y listo”. El ADN es como un libro de recetas para producir proteínas, las diminutas máquinas que se encargan de las principales tareas en un ser vivo: transportar el oxígeno por la sangre, luchar contra los virus, digerir la comida. Ese manual de instrucciones está escrito con cuatro letras repetidas millones de veces: ATGGCGAGTTGC… Cada una de estas letras es simplemente la inicial de un compuesto químico con diferentes cantidades de carbono, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno: adenina (C₅H₅N₅), citosina (C₄H₅N₃O), guanina (C₅H₅N₅O) y timina (C₅H₆N₂O₂). El grupo de Olson ha utilizado “un bolígrafo de punta fina” para cambiar un par de veces una A por una G. Y la receta ya no es la misma, igual que al escribir batata en vez de patata. La historia de este bolígrafo ultrapreciso se remonta a 2003, cuando el científico español Francis Mojica descubrió por casualidad que algunos microbios de las salinas alicantinas de Santa Pola utilizaban unas tijeras moleculares para identificar virus invasores y cortar su material genético. El propio Mojica, de la Universidad de Alicante, bautizó este mecanismo con el nombre de CRISPR. La bioquímica francesa Emmanuelle Charpentier y la química estadounidense Jennifer Doudna se dieron cuenta en 2012 de que esas tijeras microbianas podían servir para modificar el ADN de cualquier ser vivo y acabaron ganando por ello el Nobel de Química. El equipo de Eric Olson ha utilizado ahora una de las versiones más precisas de estas herramientas CRISPR, los llamados editores de bases, inventados en 2016 por el estadounidense David Liu, un químico de la Universidad de Harvard que está considerado uno de los genios de la ciencia moderna. El propio Liu aplaude el nuevo experimento. “Es un uso inteligente y apasionante de los editores de bases. Plantea la posibilidad no solo de tratar ciertos tipos de enfermedades del corazón, sino también de prevenir su desarrollo espontáneo o tras una lesión”, explica Liu por correo electrónico. Hasta ahora, las primeras y rudimentarias técnicas CRISPR se habían centrado en intentar corregir mutaciones puntuales causantes de enfermedades raras. “El estudio del laboratorio de Olson contribuye a ampliar las aplicaciones terapéuticas de los editores de bases, que van más allá del simple tratamiento de una única mutación genética”, celebra Liu. Los detalles del experimento se publican este jueves en la revista Science. Eric Olson, del Centro Médico de la Universidad del Sudoeste de Texas, explica su investigación a este periódico por videoconferencia desde Dallas, acompañado por un colega español de su laboratorio, el biólogo Xurde Menéndez Caravia, coautor del nuevo estudio. “Esta es la primera prueba de concepto y los resultados son muy buenos. La técnica parece ser segura en ratones. Ahora hay que explorar los posibles efectos a largo plazo”, señala Menéndez Caravia, nacido en el pueblo asturiano de Quintes hace 32 años. Los investigadores han modificado la receta de la proteína llamada CaMKII delta, cuya hiperactivación provoca diversos problemas cardiovasculares, como arritmias, fallo cardiaco o daños en el músculo del corazón tras un infarto de miocardio. Al cambiar dos letras de la receta, la proteína resultante no se hiperactiva. El equipo de Olson ha empleado esta técnica en ratones con lesiones cardiacas tras un ataque al corazón, un fenómeno conocido como daño por isquemia y reperfusión. El órgano de los roedores recuperó su función tras la edición genética de sus células, mediante la introducción de los editores de bases a bordo de virus específicos. “Al ser una terapia dirigida a grandes grupos de población, sería una revolución. Estamos hablando de los infartos de miocardio: millones de personas, potencialmente, podrían ser tratadas con esta técnica”, sostiene Menéndez Caravia. La empresa estadounidense Verve Therapeutics ya emplea una estrategia similar para inactivar un gen asociado a niveles altos de colesterol malo. La compañía inició en julio un ensayo clínico en personas, tras obtener prometedores resultados en monos. La diferencia, según explica Eric Olson, es que Verve Therapeutics utiliza los editores de bases para apagar totalmente un gen, mientras que su equipo los emplea para corregir sutilmente su función. El propio David Liu ha fundado una empresa, Beam Therapeutics, que comenzó en noviembre un ensayo con editores de bases en pacientes con anemia de células falciformes, un trastorno hereditario de los glóbulos rojos de la sangre. Olson admite las limitaciones de su estudio. “¿Funcionará en otros animales que no sean un ratón? No lo hemos probado con monos ni, por supuesto, con humanos. Necesitamos cerciorarnos de que la terapia es eficaz y segura. Hay que examinar sus efectos a largo plazo, porque, una vez que se hace el cambio, es para siempre”, reconoce el científico. El genetista Lluís Montoliu, del Centro Nacional de Biotecnología, recalca su asombro ante los editores de bases. “Es una idea magnífica de David Liu de 2016 y, en apenas seis años, ya estamos hablando de aplicaciones en animales e incluso en personas”, celebra. Montoliu recuerda que los editores de bases acaban de salvar la vida de Alyssa, una niña británica que sufría una leucemia muy agresiva y recibió un tratamiento con glóbulos blancos de un donante modificados con el revolucionario bolígrafo de punta fina. El laboratorio de David Liu no para de mejorar sus editores de bases y presenta periódicamente nuevas versiones más precisas, hasta el punto de que a los genetistas del mundo casi no les da tiempo a seguir el ritmo, según señala Montoliu. El investigador … Leer más

Descubierta la flor más grande atrapada en ámbar

El análisis del polen de hace unos 38 millones de años permite identificar la planta a la que pertenecía. Hace 150 años, un farmacéutico prusiano apellidado Kowalewski encontró una flor atrapada en ámbar cerca de la laguna del Vístula, en lo que hoy es oblast (departamento)de Kaliningrado, Rusia. Entonces, el botánico Robert Caspary la caracterizó, asignándola al género Stewartia, al que pertenecen apenas 20 especies de plantas actuales. De ahí que la llamaran Stewartia kowalewski. Ahora, dos investigadoras han redescubierto el ejemplar en un cajón de un instituto científico berlinés. La aplicación de la ciencia moderna ha permitido datar con relativa exactitud el espécimen e identificar a qué tipo de plantas pertenecía la flor más grande conservada en el ámbar. Por su posición en el sustrato geológico, la S. kowaleski debió de verse rodeada por la resina de algún árbol, probablemente una conífera, hace entre 34 y 38 millones de años, según estiman las dos científicas que la han analizado. Impresionantemente conservada, la flor mantiene todas sus partes: corola, pétalos, sépalos, estambres, pistilo… y polen. No está aplastada ni fosilizada. El ámbar la ha mantenido en sus tres dimensiones. Con la ayuda de un escalpelo y mucho cuidado, la investigadora del Museo de Historia Natural de Berlín Eva-Maria Sadowski y su colega de la Universidad de Viena Christa-Charlotte Hofmann le arrebataron unos pocos granos de polen a la resina fosilizada. Su análisis, cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Scientific Reports, les ha llevado a recolocar el espécimen en el árbol de la vida. “La describieron como una Stewartia y hemos podido demostrar que el espécimen en realidad pertenece a las Symplocos, que es de una familia diferente (Symplocaceae, familia de las hojas dulces) que las Stewartia (Theaceae, la familia de las plantas del té)”, cuenta Sadowski, especializada en el estudio de vegetales en ámbar. Así que han propuesto que la flor sea clasificada como Symplocos kowalewski. Más allá de la mera clasificación, la identificación correcta les permite saber más de cómo era el entorno en el que floreció. Para empezar, ni las Stewartia ni las Symplocos se dan hoy en Europa, así que hace una treintena de millones de años, la vegetación y el clima debían de ser muy diferentes. “Los ejemplos fósiles y existentes de Symplocaceae indican que la familia prospera en bosques húmedos mesofitos [un tipo de hoja] mixtos en climas templados cálidos a subtropicales, evitando las regiones áridas”, explica Sadowski. Gracias a esta flor y restos de otros vegetales también atrapados en ámbar, las autoras del estudio pintan un paisaje de esta zona del norte europeo “heterogéneo, que incluía pantanos costeros, ciénagas, bosques ribereños y bosques mixtos de coníferas y angiospermas [plantas con flores] entremezclados con áreas abiertas”. Y termina la científica alemana, “la Symplocos kowalewskii probablemente creció en los hábitats boscosos de este bosque de ámbar, pero también podría haber estado asociado con hábitats pantanosos”. El misterio que no pueden resolver las investigadoras es cómo se ha podido conservar en tan buen estado una flor tan grande. Casi todas las flores atrapadas en ámbar tienen un diámetro de unos pocos milímetros, las demás se han conservado rotas. La corola de la S. kowalewskii alcanza los 28 milímetros. Hay flores más antiguas, de hace 130 millones de años, como las halladas en las serranías de Cuenca y Lleida, pero estas eran minúsculas. Aunque tres centímetros de diámetro puede que no parezcan mucho, no hay otra flor más grande conservada en el registro fósil, y menos en ese estado de conservación excepcional. Las investigadoras han intentado identificar el origen del ámbar sin éxito. Aparte de las coníferas, árboles presentes en la región cuando floreció la S. kowalewskii, hay pocas especies de plantas que secreten resina vegetal que mineralice y cristalice de esta manera. Esto facilitaría la identificación, por ejemplo, al comparar el ámbar fósil con el de especies actuales. Pero, como dice Sadowski, “el árbol originario de ámbar podría ser un género extinto que ya no existe”. Además, “durante la formación del ámbar, la resina cambia sus propiedades, por lo que las comparaciones con las resinas existentes son un desafío”, añade. Para las autoras del estudio, la preservación de la flor solo ha sido posible por la confluencia de varios factores. Por un lado, como escriben en el estudio, “la excepcional conservación pudieron provocarla las propiedades biocidas de la resina que la envolvió, lo que inhibiría el proceso de degradación”. En cuanto a su conservación en el espacio, debieron desempeñar un papel tanto la viscosidad como la necesaria, pero no excesiva tensión de la resina para que no aplastara o rompiera la flor. Además, el ámbar encapsuló la flor justo en el momento de la antesis, es decir, durante la floración. Sin ese azar, no habría habido polen para identificar a la Symplocos kowalewski.