La muerte de Volman marca el fin de una era para quienes crecieron con el sonido vibrante y cargado de ironía de The Turtles
El mundo del rock clásico perdió a una de sus figuras más representativas: Mark Volman, músico estadounidense y cofundador de la legendaria banda The Turtles, murió ayer 5 de septiembre en Nashville, Tennessee, a los 78 años, tras una breve e inesperada enfermedad.
Aunque en 2020 fue diagnosticado con demencia con cuerpos de Lewy, padecimiento que afecta las funciones cognitivas y provoca alucinaciones, Volman se mantuvo activo en la música hasta fechas recientes, participando en la Happy Together Tour, un espectáculo que mantenía vivo el legado de las bandas de los años sesenta.
Con el respaldo de su entorno más cercano, el músico enfrentó los síntomas con resiliencia y una visión optimista: «Me golpeó el conocimiento de que esto iba a crear una parte completamente nueva de mi vida. Y dije, ´Está bien, que pase lo que pase, pero llegaré tan lejos como pueda´», confesó en una entrevista.
De Los Ángeles al estrellato musical
Nacido el 19 de abril de 1947 en Los Ángeles, California, Volman formó junto a Howard Kaylan y otros músicos la agrupación The Turtles en 1965. Con un estilo marcado por frescas armonías vocales y un sentido del humor distintivo, la banda alcanzó gran popularidad con temas como It Ain´t Me Babe, Elenore y, sobre todo, Happy Together, que se convirtió en un himno generacional de la segunda mitad de los sesenta.
Tras la disolución del grupo en 1970, Volman y Kaylan dieron vida al dúo Flo & Eddie, con el que expandieron su influencia en la escena musical. Su versatilidad los llevó a colaborar con artistas de gran peso como Frank Zappa and The Mothers of Invention, además de participar en grabaciones junto a T. Rex, Duran Duran y Bruce Springsteen, consolidando así un legado artístico más allá de su banda original.
Un legado que trasciende generaciones
La muerte de Volman marca el fin de una era para quienes crecieron con el sonido vibrante y cargado de ironía de The Turtles. Su capacidad para reinventarse y mantenerse vigente a lo largo de décadas lo convirtieron en un referente del pop-rock estadounidense.
Con su partida, se cierra un capítulo fundamental de la música de los años sesenta, pero su influencia seguirá viva en cada acorde de Happy Together, una canción que, al igual que su creador, continúa uniendo a generaciones enteras alrededor de la música.